Esta vez no pudo ser, Lorenzo acabó conmigo.
Temperaturas ambiente por encima de los 33 grados hicieron
que apenas pasase de la mitad del recorrido. Pero hay que saber cuando retirarse,
no es cuestión de morir en el intento. Aunque me dio pena no haber llegado a
subir el Pico Sacro, la joya de esta andaina. Para el año que viene, que de ahí
no se va a mover.
Pese al calor, que complicó mucho esta andaina, me quedo con
lo bonito del recorrido por la zona de
Boqueixón, las vistas desde el castro de San Miguel y con el entorno de los
puentes de Ponte Ulla, que los vimos y recorrimos desde todos sus puntos de
vista
La salida
La salida
Que momento más fresquito
Primer gran repecho
Que bien se está a la sombra
¿Un chapuzón?
Bajo el puente
Segundo gran repecho
Desde el Castro de San Miguel
Desde el Castro de San Miguel
En el medio del puente
Sobre el puente
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