A principio de año tuve unos días libres que dediqué a
hacer Camino de Santiago Inglés. Es lo típico que se suele hacer en la estación
más lluviosa del año y en los días que el cielo hace otra cosa más que regarnos
a ver si crecemos.
No había oído hablar demasiado bien de este Camino, de hecho
no había oído hablar de él a casi nadie; por eso decidí ir a conocerlo en
persona.
He de admitir que no esperaba mucha cosa de este Camino,
creía que iba a ser casi todo por carretera o paralelo a ella y que no iba a
estar ni bien señalizado debido a la poca gente que lo hace, pero me llevé una
grata sorpresa al descubrir que no era así, si no todo contrario. Me pasé
varios días atravesando montes, playas y campos; además todo muy bien indicado,
sin tener casi la oportunidad de perderme.
El Camino Inglés lo puedes empezar Ferrol o en A Coruña, que
se supone que eran las dos ciudades donde atracaban los barcos que venía de
Inglaterra con los peregrinos de esa isla.
Lo que me atraía de este Camino era poder empezarlo al lado
del mar. Pero para que fuera un Camino completo necesitaba tener también un
final en el mar, así que me fui de Ferrol hasta A Costa da Morte, por Muxía y
Fisterra.
Durante los ocho días que me llevó esta caminata, el tiempo
que me acompañó fue pésimo: lluvia, granizo, varias borrascas y alguna que otra
ciclogénesis. Pero toda el agua de lluvia que me empapó durante esos días,
mereció la pena solamente por ver el espectáculo de un temporal de mar
sobre Muxía. Las olas rompiendo al lado del faro es una imagen que va a quedar grabada en mi memoria.
I PARTE: ENTRE EL CIELO Y EL MAR. FERROL – PONTEDEUME – BETANZOS
Lo que tiene caminar entre las Rías, es que puedes disfrutar
del paisaje que te rodea tanto a vista de pájaro como de pescado y eso mola,
pero también tiene su punto malo.
Es bueno porque vas a poder apreciar la ría en todo su
esplendor, sus playas, sus paseos, sus ríos y su fauna como si fueras un cormorán;
y vas a ver la ría en todo su esplendor, sus playas, sus paseos, sus ríos y su
fauna como lo vería una faneca.
Lo malo es que para tener esta visión global de la Ría vas a tener que ir de un punto a ras de mar a otro unas cuantas docenas de metros por
arriba de este y después bajarlo y después volver a subirlo y después… y
después ya te terminas acostumbrando a tanta subida y bajada y
hasta notas como se te va poniendo el culo duro.
Hay una subida que se hace especialmente dura, la salida de
Pontedeume, el segundo día, a primera hora, porque empiezas a subir cuando el
desayuno aún no ha empezado a bajar y el cuerpo como que no lo lleva demasiado bien.
La vista del pueblo sobre la desembocadura del Eume hace, por lo menos, que la
ascensión y el desayuno no se te atraganten demasiado.
En cualquiera de estos dos primeros días caminando, puedes
darte un paseillo por las playas, sin perder de vista las conchas amarillas. Yo
no pude resistirme a caminar un rato por la arena, incluso con el cielo
amenazándo con ducharme.
Estas primeras etapas discurren entre numerosos pueblos, así
que el avituallamiento no es problema. Y hay cuatro albergues, en Neda,
Pontedeume, Miño y Betanzos. Aunque andan sobre las veinte plazas cada uno, en
esta época del año y con este tiempo, no tuve problema de alojamiento en ningún
albergue, de hecho, todos los albergues hasta Negreira los tuve para mi solo.
El Albergue de Pontedeume es…, bueno…, un albergue, unas
camas y dos baños; no hay mucho más que decir. Pero el albergue de Betanzos si
que es un señor albergue, “A Casa da Pescadería”, una antigua casa de tres
plantas restaurada en la que se mantienen algunas de sus piezas originales. Una gran lareira da fe de ello.
Y así, después de dos días de subidas y bajadas, abandono el
mar y me encamino hacia el centro de mi tierra.
Comienza del Camino Inglés
Faenado en la Ría
Paseando por la Ría
Mojón en el Paseo
Puente sobre la Ría de Ferrol
Por el monte
Submarino en O Ponto
Paseando hacia Neda
Pajarillo pescando
Desembocadura del río grande do Xubia
Observando la Ría
Vista sobre la Ría
Más monte
“Discreta” señalización en el Camino
Más Ría de ferrol
Playa da Madalena, con Pontedeume al fondo
Playa da Madalena
Pontedeume
Puerto de Pontedeume
Puente sobre el Eume
Castelo de Andrade
Pontedeume, amenzante por la mañana
Pontedeume desde las alturas, sobre la ría de Ares
y Cabanas
Siga la flecha
Mojones en el monte
Puente sobre el río Baxoi
Sobre el Puente del río Baxoi
In the way
Playa da Alameda. Miño
Paseillo por la playa da Alameda
Desembocadura del río Lambre en la playa da
Alameda. Miño
Mojón mudo
Río Mandeo
Lareira en el albergue “A Casa da Pescadería”. Betanzos
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