Caminados

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Camino de Santiago Inglés. I parte: Entre el cielo y el mar. Ferrol – Pontedeume – Betanzos

A principio de año tuve unos días libres que dediqué a hacer Camino de Santiago Inglés. Es lo típico que se suele hacer en la estación más lluviosa del año y en los días que el cielo hace otra cosa más que regarnos a ver si crecemos.

No había oído hablar demasiado bien de este Camino, de hecho no había oído hablar de él a casi nadie; por eso decidí ir a conocerlo en persona.
He de admitir que no esperaba mucha cosa de este Camino, creía que iba a ser casi todo por carretera o paralelo a ella y que no iba a estar ni bien señalizado debido a la poca gente que lo hace, pero me llevé una grata sorpresa al descubrir que no era así, si no todo contrario. Me pasé varios días atravesando montes, playas y campos; además todo muy bien indicado, sin tener casi la oportunidad de perderme.

El Camino Inglés lo puedes empezar Ferrol o en A Coruña, que se supone que eran las dos ciudades donde atracaban los barcos que venía de Inglaterra con los peregrinos de esa isla.
Lo que me atraía de este Camino era poder empezarlo al lado del mar. Pero para que fuera un Camino completo necesitaba tener también un final en el mar, así que me fui de Ferrol hasta A Costa da Morte, por Muxía y Fisterra.

Durante los ocho días que me llevó esta caminata, el tiempo que me acompañó fue pésimo: lluvia, granizo, varias borrascas y alguna que otra ciclogénesis. Pero toda el agua de lluvia que me empapó durante esos días, mereció la pena solamente por ver el espectáculo de un temporal de mar sobre Muxía. Las olas rompiendo al lado del faro es una imagen que va a quedar grabada en mi memoria.

Este Camino lo he dividido en tres partes. La primera va de Ferrol a Betanzos, dos etapas que se recorren paralelas al mar por las rías altas. La segunda va de Bentanzos a Negreira, tres etapas que transcurren por el interior de Galicia. Y la última de va Negreira a Fisterra otras tres etapas que te devuelven al mar.



I PARTE: ENTRE EL CIELO Y EL MAR. FERROL – PONTEDEUME – BETANZOS
Etapa 1a - 1b. Etapa 2

Lo que tiene caminar entre las Rías, es que puedes disfrutar del paisaje que te rodea tanto a vista de pájaro como de pescado y eso mola, pero también tiene su punto malo.
Es bueno porque vas a poder apreciar la ría en todo su esplendor, sus playas, sus paseos, sus ríos y su fauna como si fueras un cormorán; y vas a ver la ría en todo su esplendor, sus playas, sus paseos, sus ríos y su fauna como lo vería una faneca.
Lo malo es que para tener esta visión global de la Ría vas a tener que ir de un punto a ras de mar a otro unas cuantas docenas de metros por arriba de este y después bajarlo y después volver a subirlo y después… y después ya te terminas acostumbrando a tanta subida y bajada y hasta notas como se te va poniendo el culo duro.
Hay una subida que se hace especialmente dura, la salida de Pontedeume, el segundo día, a primera hora, porque empiezas a subir cuando el desayuno aún no ha empezado a bajar y el cuerpo como que no lo lleva demasiado bien. La vista del pueblo sobre la desembocadura del Eume hace, por lo menos, que la ascensión y el desayuno no se te atraganten demasiado.

En cualquiera de estos dos primeros días caminando, puedes darte un paseillo por las playas, sin perder de vista las conchas amarillas. Yo no pude resistirme a caminar un rato por la arena, incluso con el cielo amenazándo con ducharme.

Estas primeras etapas discurren entre numerosos pueblos, así que el avituallamiento no es problema. Y hay cuatro albergues, en Neda, Pontedeume, Miño y Betanzos. Aunque andan sobre las veinte plazas cada uno, en esta época del año y con este tiempo, no tuve problema de alojamiento en ningún albergue, de hecho, todos los albergues hasta Negreira los tuve para mi solo.
El Albergue de Pontedeume es…, bueno…, un albergue, unas camas y dos baños; no hay mucho más que decir. Pero el albergue de Betanzos si que es un señor albergue, “A Casa da Pescadería”, una antigua casa de tres plantas restaurada en la que se mantienen  algunas de sus piezas originales. Una gran lareira da fe de ello.


Y así, después de dos días de subidas y bajadas, abandono el mar y me encamino hacia el centro de mi tierra.

Comienza del Camino Inglés

Faenado en la Ría

Paseando por la Ría

Mojón en el Paseo

Puente sobre la Ría de Ferrol

Por el monte

Submarino en O Ponto

Paseando hacia Neda

Pajarillo pescando

Desembocadura del río grande do Xubia 

Observando la Ría

Vista sobre la Ría

Más monte

“Discreta” señalización en el Camino 

Más Ría de ferrol

Playa da Madalena, con Pontedeume al fondo

Playa da Madalena

Pontedeume

Puerto de Pontedeume

Puente sobre el Eume

Castelo de Andrade

Pontedeume, amenzante por la mañana

Pontedeume desde las alturas, sobre la ría de Ares y Cabanas

Siga la flecha

Mojones en el monte

Puente sobre el río Baxoi

Sobre el Puente del río Baxoi

In the way

Playa da Alameda. Miño

Paseillo por la playa da Alameda

Desembocadura del río Lambre en la playa da Alameda. Miño

Mojón mudo

Río Mandeo

Lareira en el albergue “A Casa da Pescadería”. Betanzos

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