PR-G 148 Ponteceso – Corme – Ponteceso.

Aunque el día amaneció un poco pachucho, al final aguantó y pudimos hacer la ruta sin mojarnos, e incluso llegamos a ver un poco el sol. También es cierto, que si hubiera estado el día completamente despejado y sin niebla, el paisaje hubiera pasado de impresionante a asombroso.

En esta ruta, que si la haces circular son 23 kilómetros y va desde Ponteceso a Corme y vuelta (también la puedes empezar en Corme, claro), hay de todo, mar, monte, zonas de descanso donde hacerte un churraquito, playa, animalillos… Además, está muy bien señalizada. La única pega que le se le podría llegar a poner es que si quieres hacer la ruta, empezando en Ponteceso, primero por el monte para volver por la costa, hay que estar muy atento porque se te puede pasar el desvío. Éste está al principio de la ruta, cuando aun no llevas un par de kilómetros, dejas unas pasarelas de madera y de frente ya ves la caseta para observar los pájaros. Pues ahí, hacia la derecha sale una carretera indicada como PR-G 148.1, aunque la indicación no se ve a simple vista, ya que la estaca con la marca está unos metros dentro de esta carretera. De cualquier forma la ruta no pierde belleza la empiezas por donde la empieces.

Aunque es un poco larga, merece la pena hacerla de ida y vuelta. Los kilómetros de esta ruta invitan a que llenes la mochila de comida y parar a mitad de etapa, al lado de cualquier playa, a comer, porque encuentras sitios de sobra.