Caminados

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12ª etapa. Arzúa - Compostela (Camino de Santiago Primitivo)



Y para terminar este gran viaje, etapa doble. 42 kilómetros de Arzúa a Compostela, una de las etapas más largas que he hecho hasta ahora (sólo la supera la mítica Ponferrada – O Cebreiro de 54 km).
Al llevar tantos días subiendo y bajando los montes asturianos, se termina cogiendo ritmo de escalador y cuando llegas a etapas más llanas, perece que corres. Hoy a la una de la de la tarde ya tenía recorrido los 19 kilómetros que separan Arzúa de Pedrouzo.

Aquí tengo que hacer una parada para hablar de “A Casa Verde”, en Salceda, kilómetro 25. La Casa Verde es la mejor parada que existe en todos los Caminos de Santiago. Si piensas que estoy exagerando es que no has estado allí  Por fuera puede pasar desapercibido, sólo unas mesas y unas sillas delatan la presencia de un bar, pero entrar es diferente. Ver todas las paredes escritas con lo que le pasa por la cabeza a los peregrinos ya te hace ver que estas en un lugar especial, pero descubres la magia del lugar cuando hablas con Sonia. Ya puedes entrar empapado, con la espalda reventada y los pies llenos de ampollas que en dos minutos estarás hasta bailando, Sonia y los suyos hacen que todo lo que hay entre sus cuatro paredes sea alegría, fiesta y buen rollo. 
“Sonia, volveré por ahí muy pronto a llevarte la foto. Y piénsate en lo de hacer el diploma “Casaverdiano”, más de uno haríamos ese Camino. Un beso muy grande”.

Como iba diciendo, a la una de la de la tarde ya tenía recorrido los 19 kilómetros que separan Arzúa de Pedrouzo , el que sería el final de esa etapa y me sabían a poco; ayer hice 30 kilómetros, antes de ayer 35 y el anterior 31.  Sólo me quedaban 23 para llegar a Compostela, así que aproveché el ritmo y la compañía de Michel y tiré millas con él.
Cierto es que la última parte hasta Compostela se hizo bastante dura, entre que gran parte es por asfalto (se pasa al lado del aeropuerto de Lavacolla y por un polígono industrial) y que para variar, seguía lloviendo.
Saber que estaba llegando al destino final con la integridad física en unas condiciones más o menos decentes e incluso con un día de adelanto, me mantenía la moral alta, aunque llegar a Compostela, también suponía el final del viaje que había disfrutado y padecido. Así que caminaba con una sensación agridulce.

Entrando en Santiago nos topamos una de esas personas que ya forman parte de la historia Camino, Andoni Moreta, un profesor de Bilbao al que un mal día en febrero de 2008,  una alumna autista se cayó por la ventana de su instituto y entró en coma, entonces Andoni se hizo una promesa y desde aquella lleva más de 8000 kilómetros caminados (aquí la historia de Andoni). Una historia que encoge el corazón, justo antes de llegar al Obradoiro.

Ya son ocho o nueve veces las que tengo llegado a Compostela haciendo el Camino y aunque siempre acabas en el mismo lugar, siempre es completamente diferente. Incluso llegando a experimentar unas emociones parecidas siempre que llegas, los sentimientos siempre van a ser diferentes.
Alguna vez llegarás tan dolorido al final del Camino que se te caerán las lágrimas con la emoción de saber que lo has conseguido, otras llegarás tan ricamente y orgulloso de llegar sin haber tenido ni una sola ampolla; unas llegarás con la cabeza libre de pájaros y otras con cientos de ideas para llevar a cabo; Alguna llegarás habiendo hecho una amistad tan grande en tan poco tiempo que te parecerá imposible y otras habrás gozado teniendo el mundo entero para ti solo.
Esta es la magia del Camino.
















Foto de M. Méndez publicada en la revista "Los hombres de piedra" en la que salimos charlando con Andoni





He hecho el Camino Primitivo, porque quería desconectar unos días de mi vida habitual y porque según dicen, es el más duro de todos y quería ponerme a prueba y saber si sería capaz llegar a Compostela entero. Y lo he conseguido, ha habido momentos difíciles, tanto físicos como mentales, pero logré superarlos y cumplir mi propósito. Pero he ganado más cosas, he estado en lugares fantásticos, he disfrutado de la naturaleza, he comido de maravilla, he disfrutado de la soledad, he conocido a gente estupenda (Raúl (Madrid), Christiaan (Bélgica), Jean Marie (Grenoble), Mario (Milán), Claude (Baiona), Diego (Compostela-Madrid), Juan (Tineo), Michel (Luxemburgo), Marifé (As Seixas), Ana(As Seixas), Domingo (San Juan), un abrazo para todos). Y también me ha hecho echar de menos a mi familia y a mis amigos, algo que a veces la rutina te hace olvidar y no darle el valor que se merece. Una escapada de este tipo te hace ver este tipo de cosas.

Y ahora ...

Karni.


4 comentarios:

  1. qué bonito Karni. Me ha gustado mucho tu viaje.
    besos

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  2. Gracias por acompañarme en este viaje. A ver si algún día lo podemos hacer caminando juntos.
    Un saludo.

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  3. Conocí a Andoni la semana pasada el una plaza a la entrada a Santiago, me contó que iba de vuelta a casa, que estaba a 600 km y que llevaba casi 13 años caminando. Busqué su historia y me estremeció. Me hubiera gustado haberlo podido ayudar más. La magia del camino.

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    1. Sí, una historia triste. Espero que le vaya mejor

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