Y para terminar este gran viaje, etapa doble. 42 kilómetros de
Arzúa a Compostela, una de las etapas más largas que he hecho hasta ahora (sólo
la supera la mítica Ponferrada – O Cebreiro de 54 km ).
Al llevar tantos días subiendo y bajando los montes asturianos,
se termina cogiendo ritmo de escalador y cuando llegas a etapas más llanas, perece
que corres. Hoy a la una de la de la tarde ya tenía recorrido los 19 kilómetros que
separan Arzúa de Pedrouzo.
Aquí tengo que hacer una parada para hablar de “A Casa Verde ”, en
Salceda, kilómetro 25. La Casa Verde es la mejor parada que existe en todos los
Caminos de Santiago. Si piensas que estoy exagerando es que no has estado allí Por fuera puede pasar desapercibido, sólo unas
mesas y unas sillas delatan la presencia de un bar, pero entrar es diferente.
Ver todas las paredes escritas con lo que le pasa por la cabeza a los
peregrinos ya te hace ver que estas en un lugar especial, pero descubres la
magia del lugar cuando hablas con Sonia. Ya puedes entrar empapado, con la
espalda reventada y los pies llenos de ampollas que en dos minutos estarás
hasta bailando, Sonia y los suyos hacen que todo lo que hay entre sus cuatro
paredes sea alegría, fiesta y buen rollo.
“Sonia, volveré por ahí muy pronto a llevarte la foto. Y
piénsate en lo de hacer el diploma “Casaverdiano”, más de uno haríamos ese
Camino. Un beso muy grande”.
Como iba diciendo, a la una de la de la tarde ya tenía recorrido
los 19 kilómetros
que separan Arzúa de Pedrouzo , el que sería el final de esa etapa y me sabían
a poco; ayer hice 30
kilómetros , antes de ayer 35 y el anterior 31. Sólo me quedaban 23 para llegar a Compostela,
así que aproveché el ritmo y la compañía de Michel y tiré millas con él.
Cierto es que la última parte hasta Compostela se hizo
bastante dura, entre que gran parte es por asfalto (se pasa al lado del
aeropuerto de Lavacolla y por un polígono industrial) y que para variar, seguía
lloviendo.
Saber que estaba llegando al destino final con la integridad
física en unas condiciones más o menos decentes e incluso con un día de
adelanto, me mantenía la moral alta, aunque llegar a Compostela, también suponía
el final del viaje que había disfrutado y padecido. Así que caminaba con una
sensación agridulce.
Entrando en Santiago nos topamos una de esas personas que ya
forman parte de la historia Camino, Andoni Moreta, un profesor de Bilbao al que
un mal día en febrero de 2008, una
alumna autista se cayó por la ventana de su instituto y entró en coma, entonces
Andoni se hizo una promesa y desde aquella lleva más de 8000 kilómetros
caminados (aquí la historia de Andoni). Una historia que encoge el corazón, justo
antes de llegar al Obradoiro.
Ya son ocho o nueve veces las que tengo llegado a Compostela
haciendo el Camino y aunque siempre acabas en el mismo lugar, siempre es completamente
diferente. Incluso llegando a experimentar unas emociones parecidas siempre que
llegas, los sentimientos siempre van a ser diferentes.
Alguna vez llegarás tan dolorido al final del Camino que se
te caerán las lágrimas con la emoción de saber que lo has conseguido, otras
llegarás tan ricamente y orgulloso de llegar sin haber tenido ni una sola
ampolla; unas llegarás con la cabeza libre de pájaros y otras con cientos de
ideas para llevar a cabo; Alguna llegarás habiendo hecho una amistad tan grande
en tan poco tiempo que te parecerá imposible y otras habrás gozado teniendo el
mundo entero para ti solo.
Esta es la magia del Camino.
Foto de M. Méndez publicada en la revista "Los hombres de piedra" en la que salimos charlando con Andoni
He hecho el Camino Primitivo, porque quería desconectar unos días de mi vida habitual y porque según dicen, es el más duro de todos y quería ponerme a prueba y saber si sería capaz llegar a Compostela entero. Y lo he conseguido, ha habido momentos difíciles, tanto físicos como mentales, pero logré superarlos y cumplir mi propósito. Pero he ganado más cosas, he estado en lugares fantásticos, he disfrutado de la naturaleza, he comido de maravilla, he disfrutado de la soledad, he conocido a gente estupenda (Raúl (Madrid), Christiaan (Bélgica), Jean Marie (Grenoble), Mario (Milán), Claude (Baiona), Diego (Compostela-Madrid), Juan (Tineo), Michel (Luxemburgo), Marifé (As Seixas), Ana(As Seixas), Domingo (San Juan), un abrazo para todos). Y también me ha hecho echar de menos a mi familia y a mis amigos, algo que a veces la rutina te hace olvidar y no darle el valor que se merece. Una escapada de este tipo te hace ver este tipo de cosas.
Y ahora ...
Karni.
qué bonito Karni. Me ha gustado mucho tu viaje.
ResponderEliminarbesos
Gracias por acompañarme en este viaje. A ver si algún día lo podemos hacer caminando juntos.
ResponderEliminarUn saludo.
Conocí a Andoni la semana pasada el una plaza a la entrada a Santiago, me contó que iba de vuelta a casa, que estaba a 600 km y que llevaba casi 13 años caminando. Busqué su historia y me estremeció. Me hubiera gustado haberlo podido ayudar más. La magia del camino.
ResponderEliminarSí, una historia triste. Espero que le vaya mejor
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