Caminados

Caminados

Caminando de Burgos a Santiago al fresco -Preludio-

¿Cómo va eso del Camino de Santiago?, se pregunta mucha gente.

¿Es desplazarse de un punto a otro, para muchos kilómetros después, atravesando todo tipo de parajes, llegar a un destino final?

¿Un camino religioso-espiritual que recorres por alguna promesa o para purgar algún pecado que te atormenta?

¿Una ruta de gastroturismo de largo recorrido para disfrutar de la naturaleza y la comida?

¿La búsqueda interior de uno mismo?

¿Descubrir que llevar una vida nómada, viviendo con solo lo que puedas llevar a cuestas, también es posible?

¿Es el mayor psiquiátrico del mundo?

¿Un microuniverso que te saca de tu universo?

El Camino es todo eso y más. O posiblemente no sea nada de eso, cuestión de perspectiva, me imagino.

Si crees que el Camino solo es levantarse muy temprano, para hacer una pila de kilómetros lo más rápidamente posible para poder conseguir una litera en el albergue del final de cada etapa, y así varios días hasta llegar a Compostela y que allí te den un certificado que te diga que has caminado mogollón hasta un edificio viejo (que probablemente que se encuentre en obras); o si crees que sólo es una ruta de largo recorrido, con paisajes bonitos, construcciones chulas y comida en abundancia, es que no sabes lo que es el Camino. ...O quizás el Camino sí sea exactamente eso, la perspectiva, ya sabes.

El Camino es un lugar donde a pesar de que te duelan todos los músculos del cuerpo, el viento te pegue de  frente y te ponga difícil avanzar, la nieve te llegue a las pelotas o el sol te queme la mitad (izquierda) de la cara, siempre vas a tirar hacia delante, para culminar este reto que te habías propuesto.
Es un lugar donde el tiempo fluye de otra manera, incluso podría afirmar que hay días en los que se hace de noche más temprano.
El Camino es una desconexión de la rutina de tu vida, donde una mala llamada del "mundo exterior" puede llegar a cargarse la existencia de este microuniverso.
El Camino es el lugar en donde quedaste con gente con la que no sabías que habías quedado. Un día puedes empezar caminando sólo y terminar en un grupo de 15 personas, cada una de su padre y su madre (y con perro incluido). Al final Las etapas las terminas haciendo con la gente con la que te apetece recorrerlas (prueba a hacer alguna etapa con alguien con quien no estás a gusto, ya verás como para la siguiente te encargarás de hacer etapa doble).
El Camino es un lugar en el que aunque tengas tus momentos de recogimiento o quieras hacerlo a tu bola, nunca te vas a sentir solo, a no ser que sea precisamente eso lo que estés buscando.
El Camino es un lugar donde te puedes encontrar en una mesa que es consagrada por el rito pastafarista. Son noches en los albergues de cocina koreana, conciertos, queimadas y puede que hasta sesiones de poesía con los versos del Chivi. Es un lugar donde puede que te quedes a dormir fuera del albergue por andar jugando con los horarios, o que te enamores y te cases allí mismo. El Camino son horas de charla, guerras de bolas de nieve, emboscadas entre el follaje, vino en bota, guindillas escondidas en el pan, etapas nocturnas, albariño, pulpo y licor-café, que se te acabe el agua a mitad de etapa y tener que ir por el pueblo pidiendo que te rellenen la cantimplora, carreras cuando no puedes ni andar, canciones populares, pasillos de bordones, risas, llantos, abrazos...  pero sobre todo es Actitud.

El Camino es un lugar extraordinario en el que te puede pasar de todo y en el que te vas encontrar con gente increíble, ya sea con la que llevas toda la vida o nuevos amigos que pasarán a formar parte de los de toda la vida.

Pero bueno, esta es mi modesta opinión, seguramente encuentres por ahí a los auténticos gurús que te dirán que el Camino no tiene nada que ver con esto, sino todo lo contrario. Cuestión de la perspectiva esa, ya sabes.



Para esta ocasión se eligió el Camino Francés, desde Burgos a Compostela. Fueron 19 etapas debido al tiempo que teníamos para hacerlo. Y para tiempo, no nos pudo tocar mejor, el mayor temporal de la península en los últimos 10 años.
19 días caminando desde la fría ciudad de Burgos hasta la fría ciudad de Compostela. Por el medio un poco de todo, nieve, lluvia, sol, ventisca, granizo..., vamos como si hubiésemos pasado por todas las estaciones del año en menos de tres semanas.

¿Duro? un poco. ¿Divertido? sin lugar a dudas.

Aquí un pequeño resumen de estos 19 días para que vayas abriendo boca, pero prepárate, coge tu mochila, tu gorro, tu bastón y átate bien las botas, que en nada arrancamos.



Esperando en el andén

O tren vai andando pasiño a pasiño e vaime levando para o meu Camiño

Amanece en Burgos

Convento de San Antón, Castrojeriz

Sobre el Canal de Castilla

Vía Aquitana

Bar Elvis. Reliegos

En algún lugar cerca de León

Llega la cigüeña (homenaje al pequeño Alejandro ;) )

Un poco de frío mañanero en San Martín del Camino

Subiendo hacia Foncebadón

Caballito de nieve

Cruz de Ferro

Mojón en el Camino

Im-presionante

Siguiendo la flecha

Subiendo O Cebreiro

Una mañana de invierno desde O Cebreiro

100% Galicia

Imparables

Rubia Galega

¿Por quién doblan las campanas?

Parada técnica en Melide

Sigue hacia delante

Cayó la noche

Última parada, Compostela (¿última?, nunca)

(Foto Luz O.)



Ancha es Castilla (1ª parte)          Pero que ancha es Castilla (2ª parte)         El Ascenso al cielo (3ª parte)          Galicia cada día mais linda (4ª parte)

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