La II Andaina Ponteandar de Pontevedra, que organiza el Club Montañeiros de Pontevedra-A Roelo, es la que cierra la Copa Galega de Andainas
50k y recorre los carreiros de As Terras de Pontevedra. El trazado de esta
andaina también aprovecha varios kilómetros del Camino de Santiago Portugués,
los que van desde la salida de Pontevedra hasta Barro, unos kilómetros bien
conocidos y los que considero de los más bonitos de este Camino de Santiago.
Nos vuelve a tocar madrugón para llegar a Pontevedra antes
de las ocho y media de la mañana que era la hora prevista de salida, aunque al
final se retrasa hasta las nueve.
La salida fue bastante rápida y el grupo se divido entre los
que apretaban el paso y los que decidimos tomárnoslo con un poco más de calma,
que fuimos los menos. Para cuando llegamos a la parada de control de los 20
kilómetros, donde la andaina se dividía para los de 30 y los de 50 kilómetros,
ya solo quedábamos unas 10 personas por fichar.
A mitad del recorrido, a partir del kilómetro 26, y durante
unos 3 ó 4 kilómetros estaba la guinda de esta caminata, un cortafuegos
interminable ("el desfiladero de la
muerte", "la garganta del diablo", "el cortafuegos de los alcolitos", "la subida
infernal" o simplemente "el puto cortafuegos"), una subida rompepiernas
y revientamoral. Cada vez que pensabas que ya habías acabado de subir, porque
ya llegabas al llano, la cabrona seguía subiendo, y así cantidad veces, tantas
que te planteabas hacerte el muerto para que te vinieran a buscar los de la
organización y que te sacaran de allí.
Lo bueno (o no) que
tiene que tiene subir tanto es que después solo queda bajar. En este caso después
de un par de bajadas técnicas y algún repechito, lo que quedaba por recorrer tenía un perfil bastante
sencillo, con unas buenas panorámicas de la zona de Pontevedra y una bonita
entrada por el cauce del río Lérez.
Fue una divertida andaina con su punto de sufrimiento (no, no es masoquismo, es como cuando comes pimientos de Padrón y te toca el que pica mogollón. Te jode en el momento, pero eso no va a hacer que dejes de seguir comiéndolos), bastante bien organizada, aunque en algunos puntos la señalización era un poco escasa y llegabas a confundirte, con la consiguiente pérdida de tiempo y aumento de metros. Lo que sí eché de menos fue un poco de cafeína en los avituallamientos.
Últimas
instrucciones antes de salir
Arrancamos
Atravesando
Pontevedra
La niebla
nos acompañó los primeros kilómetros...
...y se agradeció porque más tarde el sol nos pegó
duro
Empiezan
los toboganes
Invadiendo
el Camino de Santiago Portugués
Una de
las zonas más bonitas de este Camino
Moito
monte
Encoro de
Portillón de Castro
Señales
Regato
pequeno
Subiendo
Subiendo
más
Las
vistas a desde la mitad de la subida (solo paré para sacar la foto, vale!?)
El más
allá, o que se yo...
Ésto no
se acaba nunca
Por fin
arriba
...y
ahora a bajar
As Terras
de Pontevedra
Let´s
Rock
Carreiro verde
As Terras
de Pontevedra (debajo de esa niebla del fondo está Pontevedra)
Cauce del
río Lérez
Puentes sobre el Lérez
Matt el Viajero.
El tío Matt es un viajero experimentado. Lleva muchos años vagando por el mundo, así que está más que curtido en esto de patear caminos. Para esta andaina por Pontevedra decidió acompañarnos a ver como nos lo montábamos. Y debió gustarle la experiencia que nos dijo que estaba dispuesto a acompañarnos a las próximas que hagamos para compartir con nosotros su sapiencia.
Aquí lo podemos ver disfrutando de estos 50 kilómetros.
Matt
controlando el equipo
Matt
haciendo estiramientos con el resto de caminates
Matt
disfrutando del entorno...
...e impartiendo una masterclass
Matt flipando
porque no entiende por que las “estúpidas
criaturas” se meten a caminar por estos caminos tan empinados
Matt con
su diploma de finisher
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