Esta ya es su quinta edición y no para de crecer. Si el año pasado éramos casi 600 inscritos, este año las inscripciones pasaron de 1000, aunque la lluvia hizo que este número mermara bastante a la hora de la salida.
La organización, como siempre, impecable. Son unos cracks. En todo momento pendientes de los participantes para que estuviésemos bien y no nos faltara de nada. Avituallamientos cada pocos kilómetros, vehículos de apoyo, Protección Civil en los cruces complicados, osteópatas y sanitarios para ayudar a la recuperación de los participantes... no nos faltó de nada.
Si este tipo de caminatas tan largas, y más si son nocturnas (ya conoces mi amor por las etapas nocturnas), son una pasada por si mismas, hacerla por motivos solidarios como la concienciación para la donación de sangre, médula y órganos, la convierte en algo mucho más especial, sientes que la estás haciendo por un objetivo, por una buena causa, no solo para alimentar tu ego.
En esta quinta edición lo más destacable fue la lluvia, que estuvo apoyando a la Pontevedrada durante casi todos los 63 kilómetros del recorrido, como si fuera un patrocinador más.
Pese a esta constante lluvia, que hizo que algunos kilómetros se hicieran un poco más pesados, no nos achantamos, ni siquiera a las 3 de la mañana, con casi 30 kilómetros en el cuerpo y nos cayó el diluvio universal. Seguimos adelante. Eso sí, ni impermeables, ni botas, ni Gore Tex sirvieron de nada y acabamos empapados.
Ya por la mañana el señor del tiempo nos concedió un poco de tregua y pudimos entrar en Santiago con solete.
Como siempre ha sido un honor y un placer participar en la Pontevedrada y para el año vuelvo a repetir, seguro, llueva, nieve o truene.
Aquí va el reportaje gráfico:
La organización
Los caminates
La salida
La marea
A ponte (do Burgo)
La marcha
El Camino
El Camino
El Camino
La Pontevedrada (en la carretera)
Los caminantes
La organización
La lluvia.
Barro
La noche
La noche
Caldas
El Cansancio
La perseverancia
El amanecer
El entorno
El (último) avituallamiento
Los (últimos) kilómetros
Llegados a este punto...
El destino (a la vista)
El objetivo
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