Después de más de cuatro meses sin hacer acto de presencia,
Lorenzo por fin ha decidido mostrarse y por extraño que parezca, lleva ya
varios días con nosotros, algo bastante insólito por estos parajes.
Pues aprovechando la radiante compañía de Lorenzo, nos hemos tirado
al monte y nos escapamos hasta la
Vila de Cambre para hacer una pequeña ruta y poder disfrutar
un poco de la de la vida al aire libre.
Hicimos el itinerario PR-G 17, una ruta Circular de 9 kilómetros alrededor
de esta Vila.
Una ruta sin mucha más complicación que la escasez de
señalización en alguna zona.
Encontrar el camino correcto fue a veces una tarea
complicada, haciéndonos recorrer caminos que no llevaban a ninguna parte y
teniendo que retroceder sobre nuestros pasos para intentar encontrar el
itinerario marcado. No le vendría mal un poco más de pintura blanca y amarilla
a esta ruta, que tampoco va tan cara, ¿no?
Por lo demás, una ruta muy agradable, con bonitas
corredoiras, buenas vistas, castros, petroglifos y algún que otro animal poseído.
El efecto de los temporales de estos meses también son
visibles esta zona, dejando algunas zonas con mucha agua y barro profundo y árboles
tirados por el camino, aunque he de reconocer que esto hizo un poco más
divertida esta caminata.
Foto: Isaki
Petroglifo da Pena da Nosa Señora (curioso nombre para un petroglifo de hace 5000 años)
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