Ya estamos metidos en materia, hoy hicimos nuestra primera etapa, 31 km y se hicieron más llevaderos de lo que pensaba y creo que eso fue gracias a que ayer en Oviedo no sucumbimos a la llamada de la sidra, ..., bueno, un poco sí, pero no lo suficiente como para que hoy nuestros cuerpos se resintieran como si llevaran 10 kilos más.
Salir de Oviedo fue bastante fácil, las flechas para salir de la ciudad nos marearon lo justo para que conociéramos los barrios residenciales de Oviedo, eso sí,la salida de la ciudad es radical, se acaba de golpe, ahora estas en un barrio, al siguiente paso estás en el medio del monte, con las vaques.
La estampa en la que te ves envuelto es impresionante, completamente rodeado de verde y animales y con las montañas nevadas al fondo, hace que no sientas como pasan los kilómetros por tus piernas. Hasta que llegan los primeros repechos, así, como salidos de la nada, las rodillas empiezan a temblar antes incluso de abordarlas. Pero, no pasa nada, que somos tíos duros del norte, no hay dolor, o por lo menos no mucho. Además, es el primer día, a ver quien tiene cojones a quejarse. Un buen trago a la bota de vino y tirando para arriba. Y ya se sabe, todo lo que sube, baja. Ya empieza a tardar la primera parada de avituallamiento.
El resto de la jornada discurre plácidamente entre ríos, carreiros y carreteras , alguna donde te juegas la piel gracias a coches y tractores se creen que están de rally.
La llegada a Grado la celebramos con unas sidras y unas fabes con almejas, nos las merecemos, ¿no? Y después de una tranquila sobremesa, nuestros tres últimos kilómetros hasta el Albergue en San Juan de Villapañada (con un par de repechitos bonus con los que no contábamos).
Aquí hay que hacer una mención especial a Domingo, el hospitalero del albergue, una persona que se ve que es un apasionado del camino, que se tomó a molestia de explicarnos todas las etapas de este Camino, donde están los puntos complicados y los mejores albergues, bares y tiendas del camino. ¡Un saludo Domingo!
Y la siguiente etapa, más y mejor, porque nos vamos acercando a esas montañas nevadas que llevamos viendo todo el día.
Animo, que vale la pena y por ahora aún estáis fresquitos
ResponderEliminarGracias por los ánimos ;)
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